De lo leído en 2017, comento...

• 84, Charing Cross Road. Helene Hanff. (126 pág.) (Cartas). Como bien dice su epílogo: es un libro de culto. Es la compilación de veinte años de correspondencia real entre su autora neoyorquina y una librería londinense, donde se puede asistir no solo a un intercambio de libros de ediciones limitadas (y que uno alcanza a imaginar bellísimos) sino a una íntima relación escrita (con la complicidad del amor por los libros) entre la autora, el librero y la familia de este. Muy recomendado para un par de tardes tranquilas. Bellísimo libro.

• La situación del mundo 2016. Ciudades sostenibles. Del sueño a la acción. Gary Gardner - Tom Prugh - Michael Renner. (348 pág.) (Ensayo). ¡Libro esencial! No solo recomendado, sino necesario y casi obligatorio para gobernantes, planificadores urbanos e interesados en el desarrollo de las ciudades. Están claramente expuestas las problemáticas actuales del mundo en términos amplios de sostenibilidad, así como también las alternativas de posibles caminos, acciones y políticas públicas para revertir los daños causados. ¡Top!

• La corriente. Juliana Restrepo. (128 pág.) (Relatos). Para mí, el descubrimiento de año. Libro fresco, cercano, sencillo, que me hizo pasar un rato feliz leyéndolo (porque, además, se lee de un tirón), y que sentí como una conversación íntima con alguna amiga dónde hay toda suerte de confesiones en una noche de vinos. Esta escritora paisa seguro dará mucho de qué hablar. ¡Lástima lo corto del libro!, quedé con ganas de más.

• Antología de la crónica latinoamericana actual. Darío Jaramillo Agudelo. (635 pág.) (Crónicas). Una gran compilación de crónicas cuidadosamente seleccionadas. Algunas causan escalofríos, otras vienen cargadas de humor fino, otras con nostalgia. Recomendado para leer a lo largo del año y abrirlo donde uno quiera.

• El extranjero. Albert Camus. (122 pág.) (Novela). Libro tranquilo, agradable y sin muchos sobresaltos, sobre los sentimientos de Meursault y su imposible destino. Recomendado para una tarde ligera sin temas trascendentales.

• Yes is More. Un Arquicómic Sobre la Evolución Arquitectónica. BIG (Bjarke Ingels Group) (395 pág.) (Arquitectura). ¡Top! Espectacular libro: claro, preciso, estratégico, divertido, presentación increíble. Recomendadísimo para arquitectos que estén en busca de proyectos disruptivos con conceptualizaciones de fondo, ideas de vanguardia y sobre todo actitudes proyectuales sin miedo a la creatividad. ¡De colección!

• Grandes borrachos colombianos. Pablo R. Arango. (86 pág.) (Relato). Un libro cortico, agradable y de buen humor, que da cuenta de reflexiones filosóficas sobre la vida, en medio de borracheras y bares memorables del eje cafetero. Recomendado para una buena tarde de café.

• Estado de crisis. Zygmumt Bauman - Carlo Bordoni. (188 pág.) (Filosofía Contemporánea). Libro esencial para avanzar en la comprensión de la actual crisis del mundo en sus aspectos políticos, sociales y económicos. Muy recomendado para los interesados en los procesos de gobernanza y las grandes transformaciones del mundo.

• Supercities. La inteligencia del territorio. Alfonso Vegara - Juan Luis de las Rivas. (343 pág.) (Planificación Territorial). Libro clave, claro y contundente para la planificación futura de los territorios. Pone en prospectiva las dimensiones de responsabilidad política, social, económica y de innovación, para construir, y a la vez desmitificar, el concepto de inteligencia territorial. Altísimamente recomendado para interesados en desarrollo y planificación de ciudades y regiones.

• Temporal. Tomás González. (136 pág.) (Novela). Historia corta, bien escrita y con buena cadencia sobre la vida de un par de pescadores (padre e hijo) en algún paraje playero del caribe colombiano. Un poco agobiante el trato entre sus personajes. Si tiene un par de tardes de ocio, o un vuelo largo, permítase esta historia para conocer (si aún no lo hace) al buen escritor que es González.

• Física de lo imposible. Michio Kaku. (350 pág.) (Física). Un libro técnico pero fantástico. Con temas más allá de mi comprensión (tele transporte, invisibilidad, viajes en el tiempo, nanotecnología extrema, telequinesia, etc.). Todo rigurosamente explicado desde la física, pero en un tono muy fácil y ameno. Recomendado para curiosos, innovadores y para los que siempre quieren saber un poco más de los misterios de la ciencia.

• La forma de las ruinas. Juan Gabriel Vásquez. (549 pág.) (Novela). ¡Librazo! Aunque me encantó, el libro no es tan universal para recomendarlo con facilidad. Escribe un Vásquez que ya alcanzó una madurez literaria deliciosa, envolvente y amena, sobre dos de los crímenes más sonados de la historia de Colombia (El de Gaitán y el de Rafael Uribe Uribe).

• La caja de cedro. Luis Uribe. (598 pág.) (Novela). Libro aún inédito escrito por un gran amigo, con un tono muy familiar y enganchador. Se trata del hallazgo de los manuscritos de Policarpo que dan fe de la historia y milagros de Jesús Nazareno. Cuando salga, recomendado para quienes como yo tengamos baches históricos de lo ocurrido en aquella época.

• El último tren a la zona verde. Paul Theroux. (356 pág.) (Viajes). Una crónica de viaje por tierra que parte de Ciudad del Cabo en Sudáfrica, pasando por Namibia y terminando en Angola. Historias de lugares no turísticos y muy duros en su contexto de pobreza. Aunque bien narrado, no fue un libro que me atrapó. Solo recomendado para quienes adoran las historias de viajes.

• Ciudades al final de la noche. Santiago Gamboa. (254 pág.) (Viajes). Gracias Gamboa, siempre un placer leerle. Gracias a quien lo puso en mis manos como regalo por la complicidad y el cariño con la que me llegó. Libro de crónicas cortas de viajes, lugares y personas en ciudades apasionantes. Recomendado para aquellos que todavía amamos viajar por el mundo, perdernos en sus vericuetos y en las fascinantes historias de sus calles, bares, plazas, café, gente y costumbres, lo que finalmente construye una vida.

• Cuaderno de París. Pablo Montoya. (157 pág.) (Poesía). Si bien el año pasado me había encantado "Tríptico de la Infamia", otro de los libros de Montoya, este libro sobre París me resultó sobre adornado en su escritura y confuso por el abuso de lo metafórico. De este libro me quedan el cariño y la pequeña instrucción (cumplida) con la que llegó como regalo a mis manos.

• Amores imperfectos. Hiromi Kawakami. (140 pág.) (relatos). Con la sobriedad casi ritual que caracteriza la literatura japonesa, Kawakami nos regala las historias de amor de varias mujeres para entender, a través de varias de ellas, la imperfección de nuestros propios amores. Recomendado para un par de días de lectura tranquilos.

• Quisiera que oyeran la canción que escucho cuando escribo esto. Manuela Espinal. (71 pág.) (Realto). Con la sencillez e intimidad de un relato familiar de músicos, esta joven autora (18 años) nos trae la historia de un dilema de vida, como los que tanto se atraviesan en nuestra existencia para parar, pensar, ordenar y continuar caminando. Recomendado para una buena mañana de café.

• Five love languages. Gary Chapman. (205 pág.) (Psicología). Regalo de S&C. Libro esencial para entender lo elemental que es comprender al otro cuando se trata de construcciones emocionales colectivas. ¡Fue de esos regalos que llegaron en el momento oportuno...! ¡Recomendado siempre!

• Casi sin querer. José Ángel Gómez (Defreds). (164 pág.) (Microcuentos). Aunque podría leerse de un tirón, recomiendo leer tres o cuatro micro cuentos al día. Es un libro de pura condición humana que me llevó y me trajo en el tiempo, en las historias, en lo no vivido aún, en la maravilla y lo parecida que es la cotidianidad de todos. ¡Un regalo muy disfrutado, y por supuesto, recomendado!

• Medellín: Memorias de una guerra urbana. Centro Nacional de Memoria Histórica. Medellín ¡Basta Ya! (469 pág.) (Ensayo). Libro esencial. Libro duro emocionalmente. Una completa y juiciosa radiografía de lo que hicimos como sociedad para que se gestara el mundo de violencia como el que vivimos por años. Fundamental leerlo para reconocer y ser conscientes de las cosas que no debemos validar, ni celebrar, sobre todo para no repetir un periodo así. Altamente recomendado.